
David quedaba conmocionado por el golpe y derramaba abundante sangre por la nariz y boca, tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital. Al final todo quedó en un susto para David para lo que podría haber pasado, sólo tenía la nariz desgarrada y un diente roto. El árbitro tras la acción suspendió el partido, lo cual le supuso que los jugadores y entrenador local lo amenazaran en los vestuarios. Esperemos que nuestro equipo no tenga que volver a jugar en este campo y que le den el partido por ganado.